Aislamiento térmico: qué es, cómo funciona y por qué es clave para tu casa

Descubre qué es el aislamiento térmico, cómo funciona y por qué mejora el confort y reduce el consumo energético de tu vivienda. Guía práctica y sencilla.

AISLAMIENTO TERMICO

3/24/20253 min read

Aislamiento térmico: qué es, cómo funciona y cómo puede mejorar tu casa

¿Tu casa se calienta demasiado en verano o se enfría rápido en invierno? Lo más probable es que tengas un problema de aislamiento térmico. Mucha gente lo pasa por alto, pero es uno de los elementos más importantes para garantizar el confort y la eficiencia energética en una vivienda.

En este artículo te explicamos qué es el aislamiento térmico, cómo funciona, qué tipos existen y cómo puedes mejorar el de tu hogar, sin necesidad de hacer grandes obras.

¿Qué es el aislamiento térmico?

El aislamiento térmico es el conjunto de técnicas y materiales que se utilizan para reducir el intercambio de calor entre el interior y el exterior de una vivienda. Su objetivo es mantener una temperatura interior estable, tanto en verano como en invierno.

Dicho de otra forma: evita que el calor entre cuando hace mucho calor fuera, y que el calor se escape cuando hace frío.

¿Cómo funciona el aislamiento térmico?

La transmisión del calor se produce por tres vías: conducción, convección y radiación. Los materiales aislantes están diseñados para interrumpir o ralentizar esas transferencias de energía térmica, creando una especie de barrera.

Un buen aislamiento térmico actúa como una "chaqueta" para tu casa: en verano impide que el calor penetre por el tejado, las paredes o las ventanas, y en invierno evita que el calor generado en el interior se pierda rápidamente.

Beneficios del aislamiento térmico

Confort todo el año
Mantiene una temperatura más constante y agradable, reduciendo la sensación de bochorno en verano y de frío en invierno.

Ahorro energético
Reduce el uso del aire acondicionado y la calefacción, lo que se traduce en facturas más bajas.

Mayor eficiencia energética
Una casa bien aislada consume menos energía y puede alcanzar mejores calificaciones en el certificado energético.

Reducción de ruidos
Muchos materiales aislantes también tienen propiedades acústicas.

Sostenibilidad
Al gastar menos energía, también reduces las emisiones de CO₂ y tu huella ambiental.

¿Dónde se pierde más calor o entra más calor en una casa?

Muchos piensan que las ventanas son el mayor problema, pero en realidad las zonas con mayor intercambio térmico son:

  • Cubierta o tejado: hasta un 30 % del calor puede entrar o salir por ahí.

  • Fachadas y muros: entre un 20 % y un 25 %.

  • Ventanas y cristales: entre un 15 % y un 25 %.

  • Suelos y forjados: entre un 5 % y un 10 %.

  • Puentes térmicos: pequeñas zonas donde hay cortes en el aislamiento.

Por eso, el aislamiento térmico no es solo cosa de cambiar ventanas: se trata de trabajar en todos los puntos clave de la envolvente de la vivienda.

Tipos de aislamiento térmico

Existen diferentes formas de aislar una casa, dependiendo del lugar, del material y del tipo de construcción.

1. Aislamiento en paredes

  • Por el interior: placas de cartón-yeso con aislamiento incorporado.

  • Por el exterior (SATE): sistema de aislamiento térmico por el exterior, muy eficaz.

  • Inyección en cámara de aire: ideal para casas antiguas con doble pared.

2. Aislamiento en tejado o cubierta

  • Puede colocarse bajo la cubierta (interior) o encima de la estructura (exterior).

  • Materiales comunes: lana mineral, poliuretano, poliestireno extruido.

3. Aislamiento en suelos

  • Se puede aplicar en viviendas con plantas bajas o sobre forjados, con láminas aislantes bajo el pavimento.

4. Aislamiento en ventanas

  • No es aislamiento como tal, pero instalar doble o triple acristalamiento, vidrios bajo emisivos o cortinas térmicas ayuda muchísimo.

¿Qué materiales se usan para el aislamiento térmico?

Algunos de los más comunes son:

  • Lana mineral (de roca o de vidrio): buen aislamiento térmico y acústico.

  • Poliestireno expandido (EPS): ligero y barato.

  • Poliestireno extruido (XPS): más denso y resistente a la humedad.

  • Espuma de poliuretano: se puede proyectar en huecos.

  • Corcho, celulosa o fibras vegetales: opciones ecológicas y sostenibles.

Cada uno tiene sus ventajas según el uso, el presupuesto y el tipo de vivienda.

¿Se puede mejorar el aislamiento térmico sin hacer obra?

Sí. Aunque lo ideal es intervenir en la estructura de la vivienda, hay soluciones sencillas y accesibles para mejorar el aislamiento térmico sin meterse en reformas importantes:

  • Instalar cortinas térmicas o estores reflectantes

  • Usar alfombras en suelos fríos

  • Colocar burletes en puertas y ventanas

  • Aplicar pintura térmica reflectante en fachadas o tejados

  • Usar paneles aislantes decorativos en paredes interiores

  • Instalar toldos o lamas orientables en ventanas expuestas al sol

Estas mejoras no sustituyen un aislamiento profesional, pero pueden marcar la diferencia en confort y consumo energético, especialmente en verano.

Conclusión

El aislamiento térmico es una inversión inteligente para cualquier vivienda. No solo mejora el confort durante todo el año, sino que también permite ahorrar energía y reducir el impacto ambiental. Ya sea mediante una obra completa o con pequeñas mejoras caseras, aislar bien tu casa es clave para vivir mejor.

¿Notas mucho calor en casa en verano?

Quizás es hora de revisar el aislamiento térmico de tu vivienda. Desde el tejado hasta las ventanas, hay soluciones para todos los presupuestos y tipos de casa. Y lo mejor: muchas de ellas se pueden aplicar sin necesidad de obras complejas.